Tradiciones, estrés & hierba(s) de San Juan

Tradiciones, estrés & hierba(s) de San Juan

Tradiciones

Este solsticio de verano, como todos los años, salí en busca de hierbas y flores para el ramo anual de verano. Puse el del año pasado en mi bolso, después de haber desembolsado un parte para la colección de mensajes herbales en botellas. Salí de casa sonriendo por la anticipación de los (c)olores que traería a casa, del encuentro con las plantas que se cruzarán en mi camino: Artemisa, Malva, Milenrama, Rosa, Hipérico…

Hipérico.
También conocido como hierba de San Juan.
Con sus flores amarillas en forma de estrella.

Pero el único grupo de hierbas de San Juan que encontré mientras cojeaba por los prados estaba en un lugar tan sombrío que todavía no se habían abierto las flores. “¡Qué pena!”, pensé, acaricié una de las plantas de paso, y continué mi camino cuando, de repente, me vi frenada por un “¿Qué?”, que pareció salir tanto de mí como del Hipérico.

¿Realmente había descartado prestar más atención a la planta porque no estaba floreciendo?

¿Realmente me estaba decepcionando porque el ritmo de las plantas echaba a tierra mi tradición humana?

La idea me hizo estremecer. Me di la vuelta y me disculpé conmigo misme y con el Hipérico mientras tomaba asiento junto a las plantas.

Estrés

La revisión de la actitud estresada hacia los seres vegetales y la medicina con plantas es una parte importante de la Herbolaria Experiencial, especialmente cuando se trata de los temas del estrés cotidiano y los descansos con plantas. La intención: no solo preguntar qué hierbas pueden ayudarnos a desestresarnos, sino cuestionar con qué grado de estrés normalizado, con qué expectativa de inmediatez nos acercamos a las plantas y la herbolaria.

”Gracias por subrayar la importancia del encuentro consciente a la hora de recolectar plantas», me dijo una vez una participante en un taller en LA ALKIMILA: “tengo que admitir que a menudo recojo plantas y las meto en la cesta como si el prado fuera un supermercado.”

Eso acababa de ocurrir aquí: una actitud estresada hacia el Hipérico, al que (sin quererlo) dejé allí como un recurso (no disponible) para mis propósitos. El gesto intencionado de devolver (por el que había traído el ramo del verano pasado) parecía ahora trivial, incluso fingido, si el dar estaba ligado a primero poder tomar. En lugar de hundirme en la vergüenza, escucha … perspicacia … y un cambio de planes:

¡hoy no cortaría ninguna planta, no tomaría nada, sólo daría, escucharía, contemplaría!

Me quedé sentada un buen rato con el Hipérico, ambes permeades por esa especial luz solar, y le ofrendí mis hierbas de San Juan…

Hierba(s) de San Juan

El Hipérico es una de las planta medicinales que tradicionalmente se recolectan alrededor del solsticio de verano, siguiendo la idea de que ahora contienen la mayor energía solar. Se distingue por sus flores amarillas, cuya ausencia me produjo el efecto contradictorio que describí ayer, debido en parte a que esa hierba suele representarse en flor, con el amarillo como expresión del Hipérico como planta del sol.

Al final, fue justamente la ausencia de las flores llamativas lo que me permitió contemplar sin distracción los detalles de las hojas fascinantes que nos indican que no nos hemos equivocado de planta. A trasluz aparece su estructura perforada, lo que se refleja en el nombre botánico: Hypericum perforatum. Lo que parecen agujeritos son las glándulas de la planta que contienen los aceites esenciales que se extraen en las más distintas preparaciones de Hipérico.

La teoría de las signaturas ve en esto una referencia a lo que probablemente sea el ámbito de aplicación más conocido del Hipérico como “antidepresivo y ansiolítico natural”. Para este objetivo, la hierba puede conseguirse en diversas presentaciones: como hierba a granel, gragea o cápsula, en tinturas… La fitoterapia moderna prescribe Hipérico en comprimidos y cápsulas de dosis altas que han sido objeto de críticas debido a sus interacciones con otros medicamentos. Sobre todo se advierte a les pacientes con cáncer, VIH y diabetes que consulten antes si puede haber interacciones con otros medicamentos. También se supone que el Hipérico reduce la eficacia de la píldora anticonceptiva y otros preparados hormonales, por una acelerada descomposición hormonal del hígado. Y no se aconsejan las preparaciones fitoterapeúticos de Hipérico para niñes y personas menores de 18 años.

Según la leyenda cristiana fue el diablo mismo quien, enfurecido por el poder curativo y protector de esta hierba, tomó una aguja y pinchó las hojas. Pero la planta era tan fuerte que sobrevivió y todavía vemos los pequeños agujeros que dejan pasar la luz del sol. Ya en la Edad Media, la hierba de San Juan se usaba como medicamento psicoterapéutico, aunque en este momento no se llamara así. Alabado como una planta contra el mal, el uso de Hipérico incluía ahuyentar los estados sombríos y los demonios (de la enfermedad) y proteger contra todo mal.

Debido a estos poderes, la hierba se conocía como “fuga daemonum” y se colocaba en las puertas y ventanas de las casas y establos para protegerse de las tormentas eléctricas y la brujería. En algunas regiones, la ciencia eclesiástica convirtió el Hipérico en una bebida de confesión durante la tortura de las personas amenazadas de muerte en la hoguera y de quienes se debía exorcizar previamente el supuesto diablo o espíritu maligno. Cazando brujas con Hipérico, la hierba de San Juan…

Dependiendo de la región, las hierbas del solsticio también se conocen como hierbas de San Juan, festividad cristiana a menudo confundida con la noche más corta del año y los ritos paganos que la acompañan. La festividad cristiana celebra el nacimiento de San Juan Bautista, que dio nombre al Hipérico: compuesto del griego ‘hyper’ (arriba, encima de) y ‘eikon’ (imagen, ícono), el nombre parece provenir de la antigua práctica de colgar la hierba encima de una imagen en el Día de San Juan para protegerse del mal. El hipérico como hierba de San Juan nos devuelve a las flores, esta vez al jugo rojizo que segregan al presionar las flores, teñiendo la piel, los tejidos y aceites de un color violáceo.

La leyenda cristiana dice que el jugo rojo de las flores es la sangre del mártir Juan Bautista. De ahí que el Hipérico se recolecta en el 24 de junio, día de la fiesta en su honor, y las flores amarillas se maceran en aceite hasta que tome un color rojizo después de varias semanas. La teoría de las signaturas ve en el color rojo un indicador del poder curativo de heridas y enfermedades de la sangre. Debido a su efecto antiinflamatorio y cicatrizante, el aceite rojo de las flores de Hipérico tiene un uso externo en caso de quemaduras menores, afecciones reumáticas o psoriasis. Además del pigmento rojo hipericina, otros ingredientes como los taninos, los aceites esenciales y los flavonoides son responsables del efecto antibacteriano y antiséptico del Hipérico. Las cápsulas con el aceite rojizo se enfocan en el uso interno contra las molestias gastrointestinales, al igual que la infusión de hojas y flores de Hipérico.

Hypericum perforatum: conectando el intestino y los estados de ánimo, las tradiciones, el estrés y la(s) hierba(s) de San Juan…

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VIDAS ESTRESADAS & DESCANSOS CON PLANTAS

Ubicada entre el Femi*Spa y la Herbolaria Experiencial, la propusta se mueve entre oferta autoguiada y acompañamiento individual. Incluirá dos vídeos interactivos, prácticas grabadas en audio y un herbario experiencial, además de la posibilidad de profundizar y personalizar lo vivido en una sesión individual. La intención: hacer de la herbolaria una experiencia cotidiana y de las prácticas cotidianas un remedio, un ancla para vidas estresadas.